El viernes 5 de abril dio comienzo el Brendan´s Camp para toda la comunidad de Infantiles del club, en Pilar del Este. A las 18.30 hs, se dieron cita todos los chicos, las familias, los entrenadores, referentes del plantel superior y de la comisión directiva del club, de la mano del coordinador de infantiles, Santiago Oesterheld y equipo.
Los chicos con sus familias comenzaron el ritual del armado de las carpas, codo a codo, estirando las lonas, clavando las estacas, desplegando las bolsas de dormir e inflando los colchones. No faltaron las carpas rebeldes que congregaron a sendos especialistas para su levantamiento y puesta en función, siempre en comunidad y con las sonrisas dibujadas en las caras. Fueron dos filas completas que congregaron una veintena de carpas.
Y así, con la música de fondo acompañando al espíritu, y los fuegos que ya ardían en la parrilla, la noche muy amable nos convidó con su mística, y con ella los chicos comenzaron los juegos y actividades con sus linternas en la oscuridad, con Santi y el enorme equipo coordinando, vistiéndose así la cancha N°2 de decenas de “pibes luciérnagas” agitando, corriendo, cantando, jugando, entonando –entre otros hits- el ya clásico “(…) yo me enamoré, del Saint Brendan’s, me enamoré…”.
Llegó el momento de la cena, con todas las categorías de infantiles sentados en una mesa, los padres ayudando y en camaradería, todos juntos, con Faca, el Bocha, el Marpla con el “Atilio de la gente”, Diego Solemme y muchos más. Y luego también, ya con los chicos cenados y jugando son sus linternas, apostados al costado de la parrilla con pan y carnes de por medio, la familia adulta degustó exquisiteces, siempre todos juntos.
Chris Baranosvsky tomó la palabra inicial para agradecer y resaltar la gesta que estábamos viviendo, la importancia del año que se viene para las infantiles y el club, y reafirmar los valores de la comunidad Brendana; algunos padres también contaron sus experiencias y dieron sus puntos de vista. No faltó la guitarra con Pablito Leonard acariciando las cuerdas y entonando “El Ángel de los perdedores” (El Soldado), y con Chris interpretando fulgurosamente “El tiempo no para” de la Versuit.
Para cerrar el día, se vino el fogón Brendano con todos los chicos alrededor cantándole el feliz cumpleaños al genio Hilario, degustando la riquísima torta (con velitas incluidas) que Pablo y Mechi habían llevado para festejar y compartir.
Y así, siempre con la energía bien arriba, chicos y grandes emprendimos camino para las carpas, para descansar y recuperar las energías para recibir el sábado en el Club a los amigos de Tigre.
Amanecimos con un sol prometedor; llegó Adri y su rico desayuno para los chicos, los mates que iban y venían, y de a poquito se fueron levantando las carpas, las camisetas tricolor que ya lucían en el pecho de nuestros muchachos, y como debe ser, todos juntos repasando y dejando el club limpio y en condiciones, con las sonrisas tatuadas en los rostros de todos -chicos y grandes, y aprestándonos para vivir otro hermoso día de rugby.